Mi nombre es Alen, y fui el gerente de ventas de Mandarin Fireworks desde 2006. Ese mismo año, conocí a un cliente de Polonia, un hombre que dirigía un modesto negocio de fuegos artificiales.Sólo un contenedor.Para muchos, eso puede parecer insignificante, pero en nuestra industria, los fuegos artificiales no pueden ser enviados en cantidades más pequeñas, un contenedor lleno es el mínimo.Ese solo contenedor no era sólo una transacción, era su sustento., manteniendo a su familia y su pequeño negocio de exhibición de fuegos artificiales.
A lo largo de los años, elegí nunca tratar su pedido como "pequeño". En su lugar, puse cuidado en cada detalle: selección de productos, diseño de envases, plazos de entrega.refinamos nuestra colaboraciónPoco a poco, nuestros correos electrónicos se hicieron más cálidos, intercambiamos fotos familiares, compartimos historias sobre los hitos de nuestros hijos e incluso debatimos filosofías de vida durante las llamadas Zoom de noche.Nuestro vínculo profesional se profundizó en amistad..
Luego llegó 2022. el mercado interno de fuegos artificiales de China explotó, exprimiendo la capacidad de exportación.trabajando horas extras para asegurar su contenedorCuando el COVID-19 golpeó, nos enviamos máscaras y medicamentos por correo a través de los continentes, convirtiendo el pánico en solidaridad.
El próximo año será nuestro vigésimo aniversario de asociación, y aunque nuestra compañía sirve a clientes de todos los tamaños, esta relación me enseñó que la sinceridad trasciende la escala.La confianza no se basa en el volumen sino en la consistencia.Es más que una venta, es un recordatorio de que en los negocios, como en la vida, los compromisos más pequeños pueden generar las conexiones más brillantes.
